Ayer, "Furia" Scaglione recibió los resultados de los análisis de sangre realizados la semana pasada, los cuales la obligaron a ausentarse temporalmente de la casa de Gran Hermano. La participante fue diagnosticada con leucemia, pero aseguró a sus compañeros que se encuentra en la etapa inicial de la enfermedad.
"Tengo algo por lo que no tengo que andar de tratamiento, y como es nivel uno y no nivel cuatro, puedo seguir acá adentro. Chicos, tengo leucemia. No tengo que tratarlo porque está en nivel uno si eso no crece. Todos los meses me tengo que sacar sangre para ver qué onda", compartió Furia con sus compañeros, quienes la escuchaban conmovidos. "Tengo que hacer vida sana y no fumar tanto pero quédense tranquilos que estoy bien sino no estaría acá adentro. Ustedes hoy son mi familia y quería que los sepan", concluyó.
La leucemia es una enfermedad en la sangre que se da en diferentes niveles. Existen muchos tipos: algunas formas son más frecuentes en niños y otras tienen lugar, principalmente, en adultos.
Por lo general, involucra a los glóbulos blancos, que son poderosos combatientes de infecciones; suelen crecer y se dividen de manera organizada, a medida que el cuerpo los necesita. Pero en las personas que tienen leucemia, la médula ósea produce una cantidad excesiva de glóbulos blancos anormales que no funcionan correctamente
La leucemia en etapa 1, como la que presenta Furia, representa un estado inicial de la enfermedad. En esta fase, las células leucémicas aún están confinadas en la médula ósea y no afectaron otros órganos o tejidos del cuerpo. Este grado de clasificación indica el alcance y la gravedad del padecimiento, siendo la etapa 1 una de las primeras etapas.
El término "leucemia" deriva de "sangre blanca". Habitualmente, los glóbulos blancos son generados en la médula ósea para combatir infecciones y otras sustancias extrañas. Sin embargo, la leucemia provoca un aumento descontrolado de su cantidad.
En líneas generales, los pronósticos para pacientes con leucemia en etapa 1 suelen ser más favorables que para aquellos en etapas más avanzadas. Las perspectivas de tratamiento y recuperación pueden variar según diversos factores, como el tipo de leucemia, la edad del paciente, su estado de salud general y la respuesta al tratamiento.
En muchos casos, la leucemia en etapa 1 puede no requerir tratamiento inmediato, especialmente si se trata de una forma crónica de la enfermedad. En cambio, la estrategia puede enfocarse en la observación atenta y el monitoreo regular para detectar cualquier cambio en la condición del paciente.
En esta categoría se encuentra la leucemia linfocítica crónica, que suele avanzar lentamente, afectando la médula ósea y la sangre, y en ocasiones ya se diseminó a órganos como el bazo, el hígado y los ganglios linfáticos al momento de su detección.
Los niveles 1 y 2 son considerados por la medicina como etapas con riesgo intermedio.
Es crucial destacar que el tratamiento y la gestión de la leucemia siempre deben adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente y realizarse bajo la supervisión de un equipo médico especializado.
Aunque los síntomas de la leucemia linfocítica crónica pueden ser vagos y a menudo se pueden atribuir a otras causas, algunos signos que señala el equipo médico de la American Cancer Society incluyen:
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