Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular.
Laura García

Laura García

Analista Financiera

Actualidad > Por Laura García

Los grandes empresarios de España estrechan sus contactos con Núñez Feijóo

La victoria del Partido Popular en el 28-M y el adelantamiento electoral dispuesto por Pedro Sánchez activaron los contactos de los referentes del Ibex con el candidato opositor. La suba de tipos y la recesión preocupan al establishment.
Tiempo de lectura: -'
18 de junio de 2023 a las 05:41

 

Cuando huele a cambio político, al poder económico le gusta estar preparado.

Por eso, aunque el cortejo lleva meses, desde el momento en que el presidente Pedro Sánchez decidió adelantar las elecciones generales en España al 23-J, la aceitada maquinaria de lobby de los gigantes del Ibex no descansó.

 "Pedro Sánchez no es un extraño en regresos", desliza, precisa pero provocadora, la revista The Economist al recordar cómo el presidente logró volver a ser el secretario general del PSOE en 2017.

No es lo que tienen en mente los grandes empresarios que cotizan en bolsa, que ya empezaron los contactos intensos con Alberto Nuñez Feijóo, el líder victorioso del Partido Popular en el contundente 28-M . 

Ocho semanas de agenda febril, sin tiempo para un Sánchez que no entra en los cálculos y un escenario posterior al 23 de julio en el que todos quieren influir.

Después de todo, la decisión de celebrar en julio los comicios previstos para diciembre con la izquierda aplastada en las autonómicas y municipales también descoló a las corporaciones, que venían manifestando su apoyo pero jamás previeron esta aceleración de los tiempos.

En marzo, por ejemplo, Núñez Feijóo había intensificado la agenda de reuniones privadas con el Ibex, con una estrategia montada en el divorcio de los empresarios con Sánchez, a quien se lo acusaba de haber ensayado un oportunista acercamiento durante la pandemia para volver después a su impronta populista. 

Un caso que causó especial irritación y parece haber deteriorado aún más la relación es Ferrovial, que fue objeto de
amenazas del Gobierno por decidir cambiar su sede fiscal a Países Bajos.

Núñez Feijoó, en cambio, siempre estuvo en buenos términos con el mundo corporativo desde sus tiempos en la Xunta de Galicia. Hoy, la confianza del Ibex es que el dirigente popular derogará, si asume, una serie de impuestos como los que gravan a las energéticas, la banca y las grandes fortunas.

Los acercamientos del Ibex apuntan, claro, a un cara a cara convenido de antemano pero dadas las cosas, buscan aprovechar encuentros o foros para generar reuniones informales. 

La situación ideal fue lo que ocurrió en el Cercle d´Economie, donde Núñez Feijóo quedó a sus anchas para un intercambio exhaustivo con el sector ante una cancelación de Sánchez.

Por cierto, la élite empresarial viene "esquivando" a Sánchez de la forma más decorosa posible pero declinando al fin sistemáticamente toda invitación que provenga de la Moncloa. 

La última vez que los empresarios coincidieron con Sánchez fue en enero en Davos pero se encargaron de desmentir cualquier tipo de mejora en el vínculo, como lo presentó el Gobierno. Los pesos pesados del Ibex no querían poner en riesgo su relación con el líder del Partido Popular, que ganaba impulso desde la oposición.

Por septiembre del año pasado, cuando la expectativa de cambio empezaba a enraizar, el presidente del PP debió intensificar su "agenda no oficial" por la gran demanda de grandes gruposempresariales. Desde Génova no daban nombres pero aseguraban que era la primera fila del Ibex. La inflación, por entonces en 10%, era el clamor general.

Contactos que se vienen forjando de a poco. Y que ahora se retoman, más candentes que nunca, con un Sánchez que languidece.

Muchos recuerdan en estos días el vuelco de la actitud del empresariado, tan distante de su antecesor Pablo Casado.

Fue la economía que los “juntó” con Núñez Feijóo, la misma irritación entonces por la andanada de impuestos, y el desconcierto por un nivel de inflación que hoy reemplaza la inquietud por la crudeza del remedio, una política monetaria que camina por la cornisa recesiva. 

Los mercados, no obstante, están bastante relajados. O quizás simplemente exhaustos. Pero el Vix, conocido en la jerga como el índice del miedo, algo así como la medida de los sobresaltos que depara la bolsa, está en mínimos de febrero de 2020, antes del estallido de la pandemia.

Así y todo, por supuesto, los inversores del mundo saben donde están parados: acostumbrados a vivir durante una década de dinero gratis, el largo y agresivo ciclo actual de endurecimiento monetario (por la suba de tipos del Banco Central Europeo) puede disciplinar la inflación pero también excederse provocando una seria ralentización económica. O la aridez de la recesión.

Y los riesgos, incipientes, asoman. La economía europea se contrajo un 0,1% en el cuarto trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023, con Irlanda y Alemania como las más castigadas.

EE.UU. ya dejó saber que no puede cantar victoria. La Reserva Federal calcula que para el cuarto trimestre estarán en las mismas. No ayuda al panorama mirar a China, donde los datos revelan cómo la recuperación derivada de la reapertura va debilitándose, algo que ya se constata en el mercado de lujo.

Puede que por eso en Morgan Stanley sean tan pesimistas en el corto plazo y anticipen una caída de 10% en las acciones. “Es probable que la resistencia de la renta variable en lo que va de año se vea cada vez más amenazada en los próximos tres meses, a medida que el impulso económico y las condiciones de liquidez se endurezcan aún más. Vemos que surgen grietas”.

EE.UU. hizo una pausa en la reunión de esta semana y dejó la tasa en  5,25%. Jerome Powell ya había subido el costo del dinero en diez ocasiones y no dejó que nadie se ilusionara: hay previstas otras dos subas este año.

El IPC de mayo en EE.UU. cerró en el 4%, su mejor registro desde abril de 2021, aunque todavía está lejos del 2% que se ha fijado como meta la Reserva Federal.

Christine Lagarde sí elevó la tasa. Lo hizo 25 puntos básicos hasta 4%. Y dijo que estamos en la recta final. Con el nuevo movimiento, el Banco Central Europeo confirma el ciclo más duro de endurecimiento monetario en sus 25 años de historia. Sin ir más lejos, en septiembre de 2022, el alza de 75 puntos básicos fue un récord para la entidad.  

La inflación esperada en Europa es de un 5,4% para este año, un 3% para 2024 y un 2,2% en 2025. En la zona euro, tocó en octubre de 2022 el máximo histórico del 10,6%. Actualmente se encuentra en 6,1%, mientras que en España el dato de mayo fue de 3,2% anual.

¿Ahora cómo se transmite esta política a la calle y cómo afecta a la gente? Básicamente se encarece el crédito  por ende, se restringe el acceso y, en el caso de las empresas, se frenan las inversiones.

En España hay tres de cuatro familias que tienen hipotecas con tasa variable. El euribor es el principal indicador al que están referenciadas las hipotecas a tipo variable.

Son en total cuatro millones de hipotecas por 1,6 billones de euros, el equivalente al 125% del PBI.

Los primeros datos confirman lo evidente. El mercado inmobiliario se enfría en España. La firma de préstamos para la compra de vivienda se desplomó un 15,7% en marzo respecto al mismo mes del año anterior, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En diciembre de 2022 el crecimiento inmobiliario se contrajo por primera vez después de dos años extraordinarios.

La tasa de crecimiento anual de los préstamos concedidos en los últimos 12 meses viene cayendo desde finales de 2021. Hace un año crecía al 35%, mientras que en febrero lo hacía al 5% anual. 

Claro que al aumentar la tasa de referencia, no sólo debería ajustarse el costo del crédito sino también la remuneración o premio por los depósitos (considerando por supuesto que una colocación puede ser a 6 meses y una hipoteca a 30 años, lo que implica riesgos distintos para las entidades bancarias). 

Pero el propio Banco de España advirtió que en el sistema financiero no pagan por depósitos porque hay pocas entidades, es decir, una gran concentración de pocos jugadores. A decir de verdad, son de los que peor pagan el ahorro. 

No es extraño así que casi la totalidad de los depósitos en España (el 93,9%) se concentra en depósitos a la vista, mientras que en 2013 (hace una década) la mayor parte (el 53,3%) eran depósitos a plazo.

 

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...